¿Por qué no me puedo perdonar?

Revise el mensaje de esta semana.

Escrituras clave

La tristeza que proviene de Dios produce arrepentimiento para salvación, y de ésta no hay que arrepentirse, pero la tristeza que proviene del mundo produce muerte. 2 Cor 7:10

Como una hora después, otro afirmó: «No hay duda. Éste también estaba con él, porque es galileo.» 60 Pedro le dijo: «¡Hombre, no sé de qué hablas!» Y en ese momento, mientras Pedro aún hablaba, el gallo cantó. 61 En ese mismo instante el Señor se volvió a ver a Pedro, y entonces Pedro se acordó de las palabras del Señor, cuando le dijo: «Antes de que el gallo cante, me negarás tres veces.» 62 Enseguida, Pedro salió de allí y lloró amargamente. Lucas 22:59-62

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9

Empieza a hablar. Encuentre un iniciador de conversación para su grupo.

  • ¿Es más fácil para usted perdonarse a sí mismo o a otras personas?

  • ¿Cómo han cambiado sus pensamientos sobre el perdón durante las últimas tres semanas?

Empieza a pensar. Haga una pregunta para que su grupo piense.

  • ¿Cuáles son algunas formas en las que podría comenzar a ver la culpa como una oportunidad para acercarse más a Dios?

  • ¿Cuáles son algunas diferencias entre la vergüenza y la culpa?

Empiece a compartir. Elija una pregunta para crear franqueza.

  • ¿Por qué crees que es tan difícil perdonarnos a nosotros mismos cuando nos equivocamos

  • ¿Qué puedes hacer para empezar a perdonarte a ti mismo?

  • ¿Qué pasos podría tomar esta semana para dejarse llevar y aceptar el perdón de Dios?

Empiece a orar. Sea valiente y ore con poder.

Padre, gracias por todo lo que has hecho por nosotros. Gracias porque, debido al sacrificio de Cristo, no tenemos que pensar en nuestro pasado o cargar con nuestra culpa. Ayúdanos a aceptar el perdón que libremente nos ofreces a cada uno de nosotros y deja ir nuestra culpa. En el nombre de Jesús, amén.

Empezar a hacer. Comprométete a dar un paso y vívelo esta semana.

  • No cargues con la carga de la culpa por otra semana. Ore y pídale a Dios que lo perdone y elimine su culpa. Luego abraza la libertad que Él ofrece.