Revise el mensaje de esta semana.

Escrituras clave

No se preocupen por nada. Que sus peticiones sean conocidas delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias, Y que la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guarde sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.

Por lo demás, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo honesto, en todo lo justo, en todo lo puro, en todo lo amable, en todo lo que es digno de alabanza; si hay en ello alguna virtud, si hay algo que admirar, piensen en ello. Lo que ustedes aprendieron y recibieron de mí; lo que de mí vieron y oyeron, pónganlo por obra, y el Dios de paz estará con ustedes.
Filipenses 4: 6-9

Porque los que siguen los pasos de la carne fijan su atención en lo que es de la carne, pero los que son del Espíritu, la fijan en lo que es del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Romanos 8: 5-6

Empieza a hablar. Encuentre un iniciador de conversación para su grupo.

  • ¿Tenías alguna preocupación de niño que te parezca tonta ahora? Si es así, ¿qué son ellos?

Empieza a pensar. Haga una pregunta para que su grupo piense.

  • ¿Qué parte del mensaje fue más impactante para ti y por qué?

  • ¿Con qué frecuencia diría que siente preocupación? ¿Qué haces cuando te sientes preocupado?

  • ¿Cambió su forma de pensar acerca de la oración mientras escuchaba este mensaje? ¿Si es así, cómo?

Empiece a compartir. Elija una pregunta para crear franqueza.

  • Comparta acerca de un momento en el que decidió confiar en Dios en lugar de preocuparse. ¿Qué motivó esa decisión? ¿Qué impacto tuvo en ti?

  • ¿Qué es algo que te preocupa y que te cuesta confiar en Dios? ¿Por qué crees que es tan difícil confiar en Él?

Empiece a Orar. Sea valiente y ore con poder.

Padre, gracias por quien eres. Gracias porque, sin importar las luchas que enfrentemos, podemos confiar en ti para que estés con nosotros, nos apoyes y trabajes en conjunto para nuestro bien. Ayúdanos a dejar de lado nuestras preocupaciones y temores y, en cambio, volvernos hacia ti. En el nombre de Jesús, amén.

Empezar a hacer. Comprométete a dar un paso y vívelo esta semana.

  • Esta semana, reserve 12 minutos para la oración enfocada todos los días. Al final de la semana, reflexione sobre cómo se ha visto afectada su vida de pensamiento.