Objetivos de la Lección 11

  • Conocer el significado de ser ovejas del prado del Señor.
  • Aprender que es ser una comunidad pastoreada por Dios y sus pastores. 

Textos Centrales: 
Salmo 23:1-3  «Jehová es mi pastor; nada me faltará. 2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Restaurará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.»  

Salmo 100:3 «Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y de él somos. Somos su pueblo. ¡Somos las ovejas de su prado!»

Introducción

Somos una comunidad que sigue al Gran Pastor y a los que nos pastorean. La Biblia nos describe así en muchas ocasiones. ¿Que significa ser ovejas del Señor? ¿Que liderazgo nos da como Buen Pastor? ¿Que actitud debemos tener hacía Dios como nuestro Buen Pastor? 

SOMOS OVEJAS

Según David en el Salmo 23, somos ovejas que tienen a Dios como Pastor. Es una designación de gran valor, ya que en el tiempo de David las ovejas mostraban el nivel de autoridad y economía del dueño. Somos de Él, somos las ovejas de su prado. (Salmo 100:3)

Las ovejas tienen características importantes que los hacen buenos símbolos del seguidor de Jesús. Las ovejas requieren dirección, protección y amparo. Jesús vio a las multitudes en su tiempo y Mateo dice que tuvo compasión de ellos porque estaban desamparadas y dispersas, como ovejas que no tienen pastor. (Mateo 9:36).

Primero dice que estaban desamparadas. Jesús vio la gran necesidad de amparo que tenían las multitudes. Como ovejas, si no tenemos el apoyo del Buen Pastor, caemos en trampas del enemigo, del pecado, y de enfermedades. Las ovejas requieren la vista protectora del Buen Pastor que siempre vela por ellas. Cuando están sin amparo, lobos los pueden devorar, la enfermedad los puede matar, el cansancio los puede agobiar. Pero cuando el Buen Pastor vela por ellas, hay seguridad, hay sanidad, hay apoyo.

Luego, Mateo dice que estaban dispersas — o sin dirección. El ser humano necesita dirección. Necesita que alguien lo guíe en el camino correcto. ¿Quien mejor para darnos dirección que aquel Buen Pastor quien nos creó. Él sabe el porqué nos creó. Sólo Él puede revelarnos la razón por qué existimos. Las ovejas de su prado, tienen a quien los lidere—es el Señor omnisciente que jamás nos pierde. Él quiere ser tu Pastor hoy, también. 

DIOS ES EL BUEN PASTOR

Lee el Salmo 23:1-3 otra vez. No hay mejor manera para decir que Dios es bueno hacía sus ovejas. Él sabe de que tenemos necesidad y nos da una vida que abunda con bendición. No tenemos que ser ansiosos acerca de mañana. Cuando no vemos ni hacía donde vamos, si confiamos en Dios, nos guiará lugares de delicados pastos. Cuando estamos cansados y agobiados, el Buen Pastor nos hará descansar. 

Él es bueno. Aún cuando pensamos que no nos ha contestado las oraciones que hemos puesto delante de Él,  debemos confiar seguramente que Dios sabe mejor. El es el Buen Pastor. 

Está comprometido con nosotros. Jesús dijo, «Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas.  Yo soy el buen pastor. Yo conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí,15 así como el Padre me conoce a mí, y yo conozco al Padre; y yo pongo mi vida por las ovejas(Juan 10:11, 14-15)

Es tan buen pastor que dio su vida por nosotros sus ovejas. Cuando estábamos perdidos, Jesús murió por nosotros. Sufrió todo para ponernos a salvo. Somos sus ovejas amadas y Él es nuestro Buen Pastor.

OVEJAS TIENEN UNA ACTITUD SUMISA Y OBEDIENTE

Es raro que una oveja se levante en contra de su pastor. Mayormente sucede en momentos de locura o a veces por celo. Jesús dijo esto, «Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen» (Juan 10:27-28) La oveja tiene una actitud sumisa y obediente. Es la diferencia mas grande de actitud entre las ovejas y otros animales. Las cabras son independientes y bien agresivos. Son como gatos, no hacen caso. Siempre se van donde ellos quieran. 

La oveja en cambio busca el liderazgo del Pastor. Tiene necesidad de ser dirigida y lo sabe. El Cristiano gozosamente sigue a Dios. Con entrega, deja su vida en las manos del Todopoderoso. La opinión de otros no le importa como el mandamiento del Buen Pastor—Jesucristo. Cuando habla Dios sobre un asunto, no hay dudas, ni preguntas, ni preferencias, ni mañas culturales que lo distraigan. Mas bien, la oveja tiene una actitud obediente.

LA IGLESIA LOCAL ES UN REBAÑO CON UN PASTOR

Cuando Cristo ascendió al cielo, dio dones a los hombres. Entre ellos es el Pastor. Claro que en un sentido, él es una oveja también. Pero Dios nos ha hecho una rebaño local con un liderazgo llamado pastor. 

Los miembros de una iglesia deben reconocer la importancia de esta relación establecida por Dios. Miremos que dice Hebreos 13:17, «Obedezcan a sus pastores, y respétenlos. Ellos cuidan de ustedes porque saben que tienen que rendir cuentas a Dios. Así ellos cuidarán de ustedes con alegría, y sin quejarse; de lo contrario, no será provechoso para ustedes.» 

En contraste con lo que el mundo hace con sus líderes, faltándoles el respeto, rebelándose con ellos, siendo groseros en sus acusaciones contra ellos la iglesia — las ovejas del Señor — no tratan así a sus pastores. En la iglesia, los líderes que se reconocen como pastores no imponen su liderazgo. Mas bien su liderazgo es recibido voluntariamente. Si llegas a formar parte de un rebaño local, parte de esta relación es comprometerse a respetar y obedecer a sus pastores. 

Cuando una oveja ama el rebaño y confía saludablemente en su pastor, hay una harmonía. Todos pueden caminar juntos. Todos pueden disfrutar la bendición de Dios quien dirige al rebaño por medio del don que dio a ello en el pastor.

El pastor de la iglesia tiene sus responsabilidades también, según Heb 13:17. Ellos cuidan a las ovejas — es decir que los dirige bien, los equipa para el ministerio, los enseña doctrina saludable, los protege de doctrina falsa, y les muestra como servir los unos a los otros. 

También, los pastores tienen que rendir cuentas a Dios por como guiaron a las ovejas. 

La relación entre ovejas y pastores humanos es para la gloria y honra de Cristo. Jamás debe ser puesto en un pedestal ningún ser humano. Pero de eso no se trata esta relación. 

Dios ha depositado en el liderazgo de sus rebaños la visión, la sabiduría y la ternura para guiar con amor a la iglesia. Con gran gozo disfrutamos esta relación de bendición como ovejas de Dios y miembros los unos de los otros.